Ante algunos comentarios leídos estos días sobre bienes culturales, entretenimiento y gratuidad o no de todos ellos queremos compartir con vosotros estas reflexiones. 

 No sabemos si un libro infantil, cualquiera de los nuestros, al ofrecerse en abierto en la Nubeteca como hacemos en estos días de incertidumbre, pierde valor. ¿No tendríamos que diferenciar entre los conceptos «valor» y «precio»? ¿Es el precio condición necesaria para que siga teniendo valor?  

 No sabemos si editar un libro infantil, cualquiera de los nuestros, es más cultura que echarse una jota bien entonada. ¿Uno es cultura y otro entreteniemiento? ¿Y quién decide qué es uno u otro? ¿Y si leemos un cuento para entretener a nuestros niños ya no es cultura?

 No sabemos si la chiquillería cuenta en sus casas con bastantes libros infantiles, comprados, o de su última visita a la biblioteca escolar o municipal. «Bastante» define algo bastante indefinido… Lo que para unos puede aparecer como bastante para otros no es suficiente. Solo hay que leer las noticias que nos aderezan la existencia sobre las residencias de ancianos o sobre la sanidad pública.

 Lo que sí sabemos es que nosotros tenemos ALGO que puede ayudar a un niño, a una niña, a enfrentar estos días raros: las ausencias, el no poder pisar la hierba, la incertidumbre, el cole, la sensación de que el metro cuadrado del piso mengua día a día… Y en estos puntos suspensivos, que podrían ser treinta y tres en vez de tres, pongan ustedes todo lo que quieran.

 Y como tenemos la suerte de tener «ESO» y tenemos la suerte mayor de que escritores e ilustradores están con nosotros, por eso hemos abierto nuestra nubeteca: para leer los libros on line y no para descargar, y, por supuesto, SIN PEDIR NINGÚN DATO DE ACCESO.

Porque podemos. Y porque nos hace sentirnos mejor. Mientras, hay otras personas que cada día están saliendo ahí fuera y, francamente, están haciendo BASTANTE más de lo que deben. Eso sí que es valor. Y no tiene precio.