Shadi Ghadirian «Como todos los días». Guía didáctica

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Soy una mujer y vivo en Irán. Soy una fotógrafa y eso es lo único que sé hacer. Comencé a trabajar en cuanto terminé mis estudios. Por accidente, los temas de mis dos primeros trabajos fueron las “mujeres”. Sin embargo, desde entonces, cada vez que pienso en un nueva serie, de alguna manera está relacionada con las mujeres. El lugar que ocupan las mujeres iraníes en el mundo es importante para mí porque estoy segura que nadie sabe mucho de ello. Quizás la única percepción de un extranjero sobre la mujer iraní es un chador negro. No obstante, trato de representar todos los aspectos de la mujer iraní.  Ahora sé lo que quería decir con mis fotografías. Hasta ahora he tenido demasiadas fotos en las que las mujeres aparecen como ciudadanas de segunda categoría o muestro la censura a las mujeres. Deseo continuar hablando de las mujeres porque todavía tengo mucho que decir. Estas son mis palabras como mujer y las palabras de todas las otras mujeres que viven en Irán, en donde el ser mujer tiene su propio sistema.

Shadi Ghadirian 

La exposición

El Centro Niemeyer y Contemporánea presentan la exposición retrospectiva Como todos los días, de la fotógrafa iraní Shadi Ghadirian. Esta muestra, comisariada por Mario Martín Pareja y formada por medio centenar de fotografías, explora las series más controvertidas de esta artista sobre la mujer iraní a través de la particular visión de la artista iraní, con la que logra unir la tradición y la modernidad.

Shadi Ghadirian (Teherán, Irán, 1974) se gradúa en fotografía por la Universidad Azad de Teherán en 1998. Su obra se ha expuesto en Oriente Medio, Europa, Estados Unidos, Canadá y Rusia y forma parte de colecciones como las de los museos Victoria & Albert de Londres, Georges Pompidou de París, LACMA de Los Ángeles, Smithsonian de Washington, Bellas Artes de Boston, Arte Moderno de Viena o el de Teherán.

→ La función de la fotografía en la obra de Shadi Ghadirian

En esencia, las fotografías pertenecen al pasado. El momento ocurrió o fue creado. Fue fotografiado y pasó. Estos momentos pueden emplearse de muchas maneras y, aunque se refieren al pasado, tienen una relevancia directa para el presente y nos animan a reflexionar sobre el futuro. Y es que la fotografía posee la habilidad de describir literalmente la apariencia visual, pero también se puede construir o manipular de forma subjetiva, conceptual y técnicamente hablando, como hace Shadi Ghadirian, para presentar una visión o idea particular. Es así como el propósito y la función de la fotografía consiguen dar forma al enfoque de cada autor.

→ Más allá del registro de las apariencias

Seguramente conservamos fotografías de seres queridos fallecidos o de tiempos pasados. Estas fotografías  van más allá del registro de las apariencias y transmiten algo del carácter del individuo o de sus circunstancias, confirmando y ayudándonos a crear nuestro sentido de una historia e identidad personales. Las fotografías de Shadi Ghadirian juegan a construir estas realidades con la finalidad de transmitir una determinada idea o concepto en relación con una realidad alterada, descontextualizada y re-presentada. Y lo consigue fotografiando una escena preparada o manipulando la imagen. Consigue así apelar al observador haciéndole cuestionarse sus nociones de verdad o realidad. Y todo sin olvidarnos del entorno o clima cultural y social en el que la imagen se verá. Por ejemplo: ¿las fotografías realizadas por Shadi Ghadirian harán referencia directa a sucesos o personas del presente o tendrán un significado nuevo u otras dimensiones debido a las creencias locales, acontecimientos actuales o experiencias de cada espectador? 

→ La gestión de signos y símbolos

¿Cómo gestiona una fotógrafa como Shadi Ghadirian el uso de signos y símbolos? Todo fotógrafo que trabaje construyendo minuciosamente la escena reflexiona y utiliza diferentes signos y símbolos que influirán en la dinámica de la imagen y en la lectura que de ella haga el espectador. Los signos y símbolos utilizados por Shadi Ghadirian en sus fotografías, aportan una estructura coherente con su trabajo, denotan un ritmo, una secuencia, platean cuestiones y, sobre todo, añaden significado al sujeto fotografíado y al lugar que ocupa en la imagen. Nos plantea así contradicciones que encuentra en el entorno de su vida cotidiana, de su cultura y de su condición de mujer.

Gharidian nos muestra unas imágenes innovadoras en las que representan a las mujeres iraníes en marcado contraste con la forma en la que la mayoría de medios de comunicación occidentales las retrata. Logra con ello enviar un mensaje sutil centrado en los aspectos sociales e históricos de su propio país, pero con un eco mucho más allá de sus fronteras.

→ Como todos los días

El título de la exposición alude a lo cotidiano, al entorno cercano y personal a partir del cual la autora crea sus imágenes, organizadas por series desde sus primeros trabajos como Qajar, de 1998, hasta obras más recientes como Too Loud A Solitude, de 2015. 

→ QAJAR. 1998

Constituye su primer trabajo que realiza una vez finalizados los estudios de fotografía y mientras desarrolla la tesis doctoral en Teherán con 24 años. Gracias a un trabajo que consigue en el Museo de fotografía de la ciudad, accede al archivo histórico y fotográfico de su país y descubre las fotografías de muchas mujeres que vivieron en palacio durante la dinastía Qajar. Estas fotografías inspiran esta serie que refleja los contrastes entre tradición y modernidad aún hoy vigentes en su país.

→ LIKE EVERYDAY. 2000

La autora cuenta que cuando se casó su madre le preparó un ajuar y se encontró frente a ella una nueva realidad. Esta serie nos muestra las contradicciones que para ella derivaron de aquella nueva situación.

→ WEST BY EAST. 2004

Con esta serie se atreve a retratar a jóvenes iraníes a la manera occidental retocando las fotografías tal y como la censura hace de las imágenes que aparecen en las revistas occidentales que se distribuyen en su país.

→ CTRL+ALT+DEL. 2006

Esta serie la creó durante su embarazo en el que todo el mundo le aconsejaba no usar el móvil o no trabajar con el ordenador. Supone una reflexión sobre el uso de la tecnología y los cambios sociales y culturales que conlleva. De nuevo nos encontramos con la contradicción entre tradición y modernidad.

→ WHITE SQUARE. 2008

En esta serie podemos ver diferentes objetos asociados a situaciones de guerra y conflicto, decorados con un lazo rojo, como si fuesen un regalo. La artista solicitó a diferentes personas que le mostraran objetos pertenecientes a la guerra Irán-Irak (1980-1988). Fue entonces cuando se percató de que estas pequeñas reliquias, que se habían guardado en cajitas o en cajones entre las pertenencias personales, eran como pequeños tesoros u objetos de gran valor para sus dueños.

→ NIL NIL. 2008

La expresión “nil nil” quiere decir empate. Ghadirian vivió la guerra Irán-Irak cuando era adolecente. Todos los días una bomba caía en Teherán. No sabían dónde, ni a qué hora, pero sí sabían que siempre sucedería. Los cinco miembros de su familia (su madre, su padre, sus dos hermanos y ella)  seguían durante la guerra la misma rutina: su padre se iba a trabajar, su madre se encargaba de las tareas de la casa y todos cumplían con sus obligaciones de manera “normal”. Pero todos los días caía una bomba… Una vez finalizada la guerra y cuando Ghadirian se hizo mayor, preguntó a su madre: ¿Cómo podías mandarnos a la escuela cuando sabías que todos los días una bomba iba a caer en la ciudad? Y su madre le contestó que la vida debía continuar a pesar de la guerra. En esta serie la autora nos presenta diferentes objetos bélicos descontextualizados, insertados en otros escenarios cotidianos a modo de reflexión sobre la vida y la guerra. 

→ MISS BUTTERFLY. 2011

El nombre de esta serie viene dado por una antigua fábula iraní que nos narra la historia de una mariposa que tenía una cita con el sol, pero que era incapaz de acudir ya que una araña la mantenía prisionera. Cada día la mariposa le suplicaba a la araña que la dejara ir al ecuentro con el sol pero esta no cedía en su negativa hasta que un día la araña le propuso un trato: la dejaría libre si le traía un insecto. La mariposa trató entonces de cazar insectos para la araña, pero a la hora de la verdad siempre les perdonaba la vida. Desconsolada regresó con la araña y le dijo: “cómeme a mí”. La araña se apiadó entonces de ella al ver su bondad y la dejó libre para que pudiera acudir a su cita con el sol.

Ghadirian combina aquí diferentes elementos autobiográficos personales con la antigua historia de la mariposa y la araña.

→ TOO LOUD A SOLITUDE. VIDEO-INSTALACIÓN

Shadi Ghadirian muestra en la actualidad gran interés por las imágenes en movimiento, no entendidas como vídeo, sino como fotografías en movimiento.

Pintar-Pintar Editorial gestiona el espacio Educa Niemeyer
del Centro Niemeyer de Avilés desde el año 2014



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