Pintar-Pintar Editorial | Blog

NOTA DE PRENSA

Un pequeño chimpancé desmonta prejuicios mientras conoce a sus vecinos

La nueva fábula de Pintar-Pintar reivindica la empatía, la cooperación y el respeto al diferente

La recaudación por derechos de autor irá destinada a la Asociación Española contra el Cáncer

La versión digital cuenta con la lectura de la actriz Ana Blanco y música y efectos secundarios de Marcos Cabal Vicente

El nuevo libro de Pintar-Pintar, Rony el pequeño chimpancé, escrito por Carlos Suárez Peinado e ilustrado por Toño Velasco, rechaza el odio y los prejuicios heredados y reivindica la empatía, la colaboración y el respeto al diferente, centrándose en lo que nos une frente a lo que nos separa.

Desde lo alto de un árbol se ve mejor a lo lejos, y a Rony le encanta trepar y ampliar lo que sabe —bien agarrado a su rama—. Rony es un pequeño chimpancé que desafía los prejuicios heredados, aunque con ello contradiga a sus padres y abandone la protección de la copa y sus hojas.

«Creo que el desconocimiento del diferente, e incluso la ignorancia, nos hace buscar enemigos en quien piensa, siente o actúa de forma distinta a nuestros valores e ideas», explica Carlos Suárez, abogado de profesión. «En mi vida laboral, siempre trato de alcanzar acuerdos, porque en muchas ocasiones no tenemos la verdad absoluta, y, cuando escuchas a la otra parte, también entiendes sus razonamientos».

En el cuento, es Rony quien ejerce este rol de mediador, observando primero a sus vecinos los elefantes, de quienes solo acumula historias distorsionadas, lejanas a la realidad, y conociéndolos luego para beneficio de todos. «Rony observa a sus supuestos adversarios, a quienes los demás chimpancés temen injustificadamente, pero no se deja influir por sus prejuicios e ideas preconcebidas; siente curiosidad y la curiosidad es lo que hace avanzar al mundo», añade el autor.

Una curiosidad que Carlos quiere volcar en sus hijas, que están en el génesis de esta historia. «Tengo tres niñas», continúa Carlos, «y no sabes lo complicado que me resulta leerles cuentos sin realizar modificaciones para amoldarlos a los valores que les quiero inculcar. Los cuentos de antes, en los que la chica es rescatada por el príncipe, siguen estando muy presentes en nuestra sociedad. Quise escribirles algo diferente. En este caso me apetecía hablarles sobre la necesidad de empatizar, de tender puentes y establecer vínculos de unión. Negociar o encontrar puntos en común con quienes piensan diferente».

Durante el confinamiento, el autor tuvo tiempo para plasmar su idea sobre papel, pero el encierro no afectó al argumento, sino que este arraigó meses antes. «Yendo a trabajar, siempre me fijaba en las fachadas del centro de Oviedo en pleno juicio del procés. Alguna gente marcó muy claramente una determinada posición aquí en Oviedo, exhibiendo banderas de España en sus balcones y ventanas. Luego, en Barcelona, vi lo mismo, pero con banderas catalanas. Se produjo una absoluta polarización de las actitudes, sin matices; ellos contra nosotros. Y el cuento va un poco sobre esto: la necesidad de empatizar, de entender el comportamiento de los demás, dar o escuchar argumentos».

Con el texto ya escrito, Carlos contactó con Toño Velasco, que se encargó de las ilustraciones, antes, incluso, de que el autor se decidiese a publicarlo. «Me puse a ilustrar», recuerda Toño Velasco, «sin saber si el libro iba a publicarse. Era un poco a capricho del autor. Que lo ilustrara para sus hijas, sin más pretensiones. E intenté hacerlo con todo el cariño de un padre a sus hijas».

Para el artista, Rony… es «una lección de vida» que nos ayuda a permanecer «abiertos a los diferentes» y, a la vez, a «luchar contra el miedo» a la otredad. «Es un canto a la transigencia y en mi opinión al amor entre todos», explica Toño. «Y ahora que estamos viviendo un incremento de la intransigencia, del radicalismo y de los nuevos fascismos, creo que es muy interesante la historia del pequeño chimpancé, porque realmente es un arma contra esa intransigencia», añade.

«Cuando escribí el cuento», explica Carlos, «jamás pensé que se publicaría. Lo escribí para mis hijas. Pero se lo envié a algunos amigos y les gustó. Y el cuento acabó en manos de Toño Velasco, que es un artista al que admiro muchísimo, y otra amiga, la actriz Ana Blanco, le puso su maravillosa voz. Entonces vi que le daban una fuerza al cuento que me hizo pensar en que podía publicarse. Cuando te rodeas de profesionales del mayor nivel, te das cuenta que todo lo mejoran con su toque personal».

Un cuento liberador

La historia tomó forma, tanto en texto como en imagen, durante los meses de encierro, y la experiencia resultó «liberadora». Toño Velasco vivió el proceso de ilustración como «una ventana a la fantasía», en un momento personal que no era bueno. «Fue muy bonito, me ocupó la mente», recuerda.

Cuestionado sobre cómo nos ha afectado el confinamiento, para bien o para mal, saca una conclusión: «Yo creo que a las personas que tienen buen fondo las ha hecho mejores, y a las que no, peores. Ha hecho agudizar lo que somos y extremarnos. Quienes han entendido que esta pandemia va a exigir una serie de cambios y mejoras en cómo estamos haciendo funcionar la humanidad en este planeta, mejores. Quienes lo vean como oportunidad para sacar provecho, los hará peores».

Al contar con materiales limitados, sin poder trabajar en su taller, Toño Velasco optó por la sencillez, que además casa con su forma de entender el arte. «Está hecho con materiales mínimos: lápices, rotuladores y con colores aplicados en el ordenador, de forma digital, con paleta mínima; no más de cuatro o cinco tonos. Tampoco hacía falta sofisticarlo. Menos es más y, cuanto menos llenase de detalles las imágenes, más iba a llegar el mensaje. Busqué el niño que hay en mí. Trabajo con muchos niños y veo a diario cómo trabajan y cómo encuentran las figuras. No se preocupan por perspectivas ni cosas extrañas, dibujan como ven o como sienten sin grandes complejidades. El resultado es casi egipcio, con imágenes que están de perfil, frontales y poco más».

Rony… es el segundo libro de Toño Velasco con Pintar-Pintar tras Una mitología…, editado en 2019 y escrito por el poeta Aurelio González Ovies. Por su parte, Carlos Suárez Peinado debuta como autor, y donará su recaudación a la Asociación Española contra el Cáncer. «El fin de Rony… era inculcarle a mis hijas unos valores, y la solidaridad es uno de ellos. Surgió como un juego con ellas y solo un fin solidario puede ser su destino. Nunca lo vi con un fin comercial o lucrativo», concluye.

*La versión digital cuenta, además, con la lectura dramatizada de la actriz Ana Blanco (Locuciones Anita White) y los efectos y música de Marcos Cabal Vicente (Flexiva sound design). 

Otra manera de acercarse a esta historia.

Los autores

Ficha Técnica: Rony el pequeño chimpancé

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PRESENTACIÓN el martes 6 de julio en el Club de Prensa Asturiana

El martes 6 de julio a las 19.00 horas estaremos con Carlos Suárez Peinado y Toño Velasco en el Club de Prensa Asturiana presentando «Rony el pequeño chimpancé» – ENTRADA LIBRE HASTA COMPLETAR EL AFORO