NOVEDAD: «RAmón, ROmán, Rodrigo» de David Acera, Gloria Sagasti y Borja Sauras

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RAmón, ROmán, ROdrigo

TEXTOS: David Acera y Gloria Sagasti
ILUSTRACIONES: Borja Sauras
ISBN: 978-84-122730-4-5
CÓDIGO BIC: YBCS-5AH
MATERIA: INFANTIL
IDIOMA: CASTELLANO
NÚMERO DE PÁGINAS: 48
FORMATO: 21 x 26 cm
ENCUADERNACIÓN: tapa dura
RESUMEN: A sus 11 años, RAmón ROmán ROdrigo no es ni alto ni bajo, ni listo ni tonto, ni gordo ni delgado. Solo destaca por ser muy atento con los demás, aunque los demás le dicen que, por eso mismo, es más raro que el comino. Si alguien se cae o está triste, el niño le planta un beso, o le regala una flor o le invita a una de sus galletas preferidas. «¡Hay que ver qué raro eres, RAmón ROmán ROdrigo!». Pero a la aldea llega un Ogro enorme y feroz y, ¡FIN, FAN FUN!, todos los hombres y muchachos van desapareciendo, engullidos. ¿Será capaz RAmón ROmán ROdrigo de detener al Ogro hambriento? ¿Le servirá de algo su mejor cualidad, la de ser amable con el resto?

NOTA DE PRENSA

RAmón ROmán ROdrido llega para reivindicar la «extrañeza» de ser amables

Un cuento que rompe con los roles de género tradicionalmente asociados al niño y a cualquier varón
Fue la primera historia narrada por David Acera, durante el confinamiento, en sus Cuentos Domiciliarios

El nuevo álbum infantil de Pintar-Pintar Editorial, escrito por David Acera y Gloria Sagasti e ilustrado por Borja Sauras, cuenta la historia de RAmón ROmán ROdrigo, un niño que no destaca por su inteligencia ni por su físico, pero que llama la atención por la amabilidad con la que trata a los demás.

A sus once años, RAmón ROmán ROdrigo no es «ni alto ni alto ni bajo, ni listo ni tonto, ni gordo ni delgado», pero destaca por su empatía y no duda en socorrer al vecindario echando mano de sus conocimientos estéticos o culinarios. Aunque los demás, por eso mismo, le digan que es raro, muy raro.

«Creo que, al menos en parte de la sociedad», apunta David Acera, «estamos avanzando un poquito y ya no se ve tan raro, como en mi época, que un niño disfrute con las cosas que le hacen feliz a Ramón: ser creativo, detallista o cocinillas». «De cualquier modo, sí que me gustaría que las niñas, y los niños en este caso, se criasen en un mundo donde pudieran ser ellos mismos», añade el escritor.

«Para mí, el cuento no habla de las rarezas de Ramón», explica Gloria Sagasti, «sino de lo extraño que resulta que le llamen raro. El texto crea polémica en aquellos grupos en los que se ha podido debatir, entre los y las niñas que comparten con los personajes que Ramón es raro y las niñas y niños que ni siquiera entienden por qué. Estos últimos, afortunadamente, cada vez son más, pero queda mucho».

Por su parte, el ilustrador Borja Sauras cree que el texto «pone en valor» a las personas diferentes «por lo que sus diferencias pueden aportar al resto», frente a «la actitud de rechazo hacia quien se sale del molde en el que se supone que todos debemos encajar». «Cuestiona esa mirada de incomodidad, de sospecha, que dirigimos a veces hacia las personas que nos rompen los esquemas mentales», indica.

En el cuento, estas diferencias vuelven a tomar relieve cuando un ogro se instala en una cueva cercana a la aldea, y va engullendo, sin inmutarse, a todo aquel que intenta ahuyentarlo. Ahí es cuando RAmón ROmán ROdrigo echa mano de sus habilidades para la cocina o la costura, o, sencillamente, de su capacidad para meterse en las botas de los demás, sean o no de siete leguas.

«No me gustaría», añade David Acera, «que nadie se perdiera la aventura que significa cuidar de otros o disfrutar de la delicadeza, del arte y de la introspección, por poner algunos ejemplos. Cuando hablamos de caminar hacia la igualdad muchas veces se habla desde el punto de vista, innegable, de los derechos y espacios que las chicas tienen que ocupar, pero se habla mucho menos de los espacios que se nos han negado a los niños y a los hombres en nuestra historia reciente y que también están ahí».

Entre el cuento popular y el relato contemporáneo

En el texto, son varios los guiños a cuentos clásicos como Pulgarcito o Los tres osos, con un ogro hambriento, feroz y onomatopéyico, realmente amenazador. En el otro lado de la balanza, una sensibilidad contemporánea que no nace del marketing, sino de la reflexión y de una forma de orientarse.

«Las ideas reflejadas en el cuento surgen de manera natural», asegura Gloria Sagasti, «pero porque son ideas ya interiorizadas después de procesos de reflexión, de reflexión sobre la igualdad de género en derechos, deberes y emociones». En este sentido, David también coincide con Gloria, y piensa que, «en todo caso, somos lo que contamos y lo que escuchamos a lo largo de nuestra vida».

«A mí me encantan los cuentos de corte clásico con aventuras, con ogros y con brujas, con princesas y piratas», afirma David Acera. «Son formas de contar el mundo y personajes a los que no es necesario renunciar para hablar de perfiles o de asuntos distintos a los más tradicionales».

La historia, escrita a lo largo de un verano por Gloria Sagasti y David Acera, tomó forma en Gijón, en un programa municipal de coeducación a través de la narración oral. «El cuento lo comenzó David», comenta Gloria Sagasti, «y luego nos fuimos pasando los textos y añadiendo lo que nos parecía. Con David es fácil trabajar, es abierto y tolerante y su sentido del humor facilita mucho las cosas». «En mis procesos», recuerda la escritora, «consultaba con Héctor, mi hijo pequeño, que siempre te da buenos consejos y es “extremadamente sincero”. El cuento le divertía mucho».

«Glori y yo hablábamos frecuentemente por teléfono», explica David Acera, «diseñamos la trama y nos fuimos pasando el uno al otro borradores del texto por el correo». «Con Glori se desarrolla siempre todo bien y fácil. Es una persona maravillosa y muy generosa a la que conozco desde que me dio clases de pintura a los cuatro años de edad. La rapaza vale para todo», dice David.

En marzo del año pasado, durante el confinamiento, David Acera empezó a narrar algunas de sus historias a través de Internet, en su espacio «Cuentos Domiciliarios», y eligió la historia de RAmón en primer lugar. «La elegí sin dudar: mola un montón, tiene aventuras y risas y pensé que la podría disfrutar toda la familia y no sólo las niñas y los niños. Lo cierto es que la respuesta me abrumó y fue disfrutado en directo por cientos de familias y miles más lo vieron en diferido», recuerda.

Unas ilustraciones que amplifican el texto

Para ilustrar el cuento, Borja Sauras se ha decantado por técnicas digitales, tratando de darle un aspecto analógico al conjunto por medio de pinceles irregulares, con bordes rotos y un flujo de pintura variable. «Trato de que el estilo sea suelto, no muy rígido ni muy limpio, pero llamativo.

En cuanto a los colores, he dividido el libro en tres partes. Hay una primera parte más “gris”, monotono (que no monótono) para presentar al pueblo, en contraste con Ramón que destaca por su color vivo. Luego llega el momento oscuro cuando entra en la cueva; y más tarde, a medida que Ramón se va adueñando de la historia, las páginas se van volviendo más coloristas», explica el ilustrador.

«Yo estoy encantada con las ilustraciones», asegura Gloria Sagasti. «Me gusta el color, los contrastes que hay entre la sociedad que representa y el color de Román, los contrastes en alguna de las páginas entre el texto y la ilustración dando lugar a interpretaciones… Pienso que Borja ha “sentido” el cuento y ha aumentado las posibilidades con su expresión», concluye la autora.

Borja Sauras, que firma aquí su cuarta colaboración con Pintar-Pintar Editorial, llevaba tiempo sin ilustrar un libro infantil, ya que se dedica principalmente al mundo audiovisual y, en concreto, a los dibujos animados. En RAmón ROmán ROdrigo retoma la búsqueda de «un estilo propio» y «muy vistoso» del que sentirse satisfecho, jugando con las posibilidades del texto desde la cubierta.

«¡Y más que iba a jugar!», añade Borja Sauras. «Creo que nos está quedando un libro muy divertido, que sin ser de pasatiempos tiene juegos en sus ilustraciones, para leer y mirar muchas veces, con un mensaje bueno, positivo; y pienso y espero que llegue a convertirse en el favorito de muchos niños y de sus padres. Que llegue a ser de esos cuentos que recuerden con cariño cuando sean mayores y quieran volver a conseguir o contar a los más pequeños de sus futuras familias».

Familias que, en muchos casos, han reservado su ejemplar. Y es que la edición cuenta ya con más de 100 madrinas y padrinos, con tres entidades incluidas, que han hecho mucho por que el libro tome forma. «Nada más empezar, tras mostrar la portada y las dos primeras páginas, la acogida de la gente fue sorprendente, ¡y está siendo un éxito! Y esperamos que nos apoye mucha más gente, ya que a más padrinos y madrinas, más copias podrán hacerse y a más niños llegará el libro», concluye Sauras.

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Información sobre los autores

GLORIA SAGASTI

Nací hace algún tiempo, concretamente en domingo. Y nací después, en el momento en el que me perdí, por primera vez, en un libro. Cuando conseguí salir, la realidad ya era otra para mí, o más bien la realidad se había multiplicado. En muchos momentos, las realidades ficticias me resultaban más cercanas que las realidades reales, hasta que poco a poco pude balancearme entre una y otra a… ¿mi antojo? Ahora entro y salgo y en algunos de esos viajes, invito a venir conmigo a alguno de los niños y niñas que parecen crecer a mi alrededor como por generación espontánea.

DAVID ACERA

David fue un niño lector y curioso. Amante de los pájaros y de la naturaleza, cuando era pequeño le dejaban acostarse a las diez de la noche, solo el día que echaban por la tele El hombre y la tierra, el mítico programa de Félix Rodríguez de la Fuente. Con el paso del tiempo siguió siendo curioso, perdió algún pelo, ganó algún kilo, trabajó en el teatro, en la tele, en la radio y en un montón de sitios… Siguió leyendo y se animó a escribir su propias historias para que otros las pudieran leer. Y durante todo ese tiempo siguió interesándose por la tierra en la que vive y por las criaturas que la pueblan. Como a RAmón, ROmán, ROdrigo le gustan las ranas, los suculentos platos de cocina, la gente con arte y la pasión y el cariño como formas de estar en el mundo.

BORJA SAURAS

A Borja no le gustaba el fútbol porque era muy malo. A él le gustaba dibujar, junto a sus dos amigos Diego y Guillermo. Nunca salvó a ninguna aldea con sus dibujos, pero sí se ha inventado montones de monstruos. Como animador ha trabajado para canales como Cartoon Network, Disney Channel, Boing o Nickelodeon. También en varias series de animación 3D. Y actualmente en los estudios Angry Metal, en Gijón. Este es su cuarto libro ilustrado para Pintar-Pintar. También toca la batería en los grupos Muñeco Vudú y Soultans, y en su casa le gusta componer sus propias canciones. ¡Hace de todo el muchacho!



Ficha Técnica

RAmón, ROmán, ROdrigo


Pintar-Pintar Editorial / www.pintar-pintar.com
*Todos nuestros libros están editados e impresos en Asturias en papel procedente de bosques que cumplen principios de gestión económica, social y ambiental sostenibles

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