Germán Gómez > Identidad e intimidad. Guía didáctica

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INTRODUCCIÓN: Sobre el género del retrato

Según el diccionario de la R.A.E. (Real Academia de la Lengua Española), un retrato es una “pintura o efigie, principalmente de una persona”, en su segunda definición nos dice que el retrato es “descripción de la figura o carácter, o sea, de las cualidades físicas o morales de una persona”. 

Efectivamente, el retrato es la representación de la imagen de una persona (a veces también de un animal), algo muy complejo, porque la persona comprende no solo sus rasgos físicos, sino también su personalidad, sus rasgos psicológicos, su carácter. 

El retrato está presente en nuestra vida diaria. Ha tenido y tiene un carácter simbólico y representativo con muy distintas finalidades: representación de los poderes públicos, expresión de afectos, representación de modelos sociales, función conmemorativa, o representación de la propia identidad. 

El género del retrato está presente en toda la Historia de Arte. Siempre ha sido un género muy ligado al encargo, pero también los artistas se han expresado por este medio sintiéndose atraídos por personas que han encontrado en su camino.

DEL RETRATO PICTÓRICO al FOTOGRÁFICO

El deseo del ser humano de grabar y reproducir las sensaciones visuales que se han experimentado se ha manifestado durante centenares de años en el arte del dibujo y de la pintura. Este deseo es el que ha instado a perfeccionar y construir equipos y formular procesos capaces de captar los aspectos de la actividad humana. 

La irrupción de la fotografía y el consecuente auge por el retrato fotográfico llegó a pensarse como un posible fin de la pintura. Pero en cambio lo que sucede es que el nuevo medio libera a los pintores de la

necesidad de abocarse al realismo de la representación en sus pinturas y da espacio a la aparición de una mirada más personal sobre los temas pintados. 

LA ESENCIA DEL RETRATO

Al hablar de la esencia del retrato es necesario tomar en cuenta dos factores importantes: el retratado y el retratista. Siendo el retrato la representación de una persona su esencia estaría constituida por las características que lo identifican. Género, edad, personalidad, rasgos fisonómicos, carácter, lenguaje corporal, identidad social y cultural, manera de vestir, entorno o estado de ánimo. También es importante mencionar que en un retrato podemos encontrar la esencia del retratista. Esta se ve reflejada en la elección temática, composición, fuerza de la pincelada, los trazos, manchas, el uso de los materiales y los colores, que de alguna manera forman el estilo del artista. 

El RETRATO FOTOGRÁFICO: NARRATIVA, IDENTIDAD Y MEMORIA

El género del retrato, desde sus orígenes, se caracterizó por querer representar a una persona concreta, en  un lugar y momento determinados, como deseo del ser humano de conservar su propia imagen. Pero desde su nacimiento hasta hoy el retrato ha visto cómo se han producido cambios y fluctuaciones importantes dentro del género.

A través del álbum creamos una genealogía familiar que preserva el recuerdo de nuestros seres queridos. Además las redes sociales han potenciado el intercambio de imágenes, aumentando enormemente la producción del autorretrato, ya sea en solitario o acompañados de familiares y amigos.

En la película de Ridley Scott, Blade Runner de 1982, los replicantes guardan falsas fotos de familia, a través de las cuales se crean pruebas fehacientes de su propia identidad. Algo similar es lo que sucede actualmente con el retrato fotográfico, ya sea en forma de fotos de carnet en el monedero, en fotos guardadas en el móvil o en las fotos que subimos a las redes sociales.

Nuestra intención es la de crear un círculo fotográfico basado en el retrato para completar y justificar nuestra identidad.

Cuando vemos retratos fotográficos, ya sea en álbum o en formato digital, tiene lugar un proceso de reconocimiento que puede variar en intensidad según nuestra percepción. Nuestro cerebro rastrea entre sus recuerdos, y saca de nuevo a la luz el contexto, la fecha, la situación, las sensaciones vividas o los sentimientos que nos genera. Se produce por tanto una reconstrucción afectiva de nuestra memoria a través del retrato fotográfico, lo que supone una relación sentimental con estas fotografías que explica el gran éxito de este uso del retrato fotográfico.

Este proceso memorístico que reconoce atributos al retrato fotográfico más allá del técnico o el artístico, es precisamente el que crea una narrativa autobiográfica que nos emociona y nos ofrece la posibilidad de recrear nuestra identidad a través de las fotografías.

GERMÁN GÓMEZ. IDENTIDAD E INTIMIDAD

El vestíbulo del Auditorio del Centro Niemeyer acoge desde el viernes 5 de abril una nueva exposición de fotografía, a cargo del artista gijonés Germán Gómez y comisariada por Rosa Olivares. En ella el autor desgrana su biografía a través de dos series fotográficas, Fichados – Tatuados y Retratos.

En la serie Fichados-Tatuados, Germán preparó los modelos masculinos antes de fotografiarlos, dibujando sobre sus cuerpos algo similar a un tatuaje no permanente (el dibujo se podía quitar con agua). Los dibujos que representó sobre sus pieles contrariamente a lo que podríamos suponer, no representan ni simbolizan momentos clave de las personas fotografiadas sino del propio autor, Germán Gómez. Es así que logra la unión de dos procedimientos artísticos, el dibujo y la fotografía, para trabajar el género del retrato pero también del autorretrato, porque contrariamente a lo que podríamos pensar, tanto los dibujos que plasma sobre los modelos como las fichas policiales que los acompañan (a modo de cartelas), no nos aportan datos del retratado sino del retratista: nos hablan sobre su identidad. Crea así su propio álbum fotográfico, su “genealogía familiar” preservando en el recuerdo, en la memoria, tanto sus seres queridos, como su propia identidad.

En cuanto a la serie Retratos, de nuevo volvemos a ver mezclados diferentes procesos creativos y artísticos, la fotografía, la pintura e incluso la escultura. También el concepto de original y copia se ve trastocado. En todos los retratos de esta serie es su pareja la que vemos como modelo fotográfico en una escena íntima, para recortar, pegar y reconstruir con ella una nueva imagen, una nueva creación artística en donde entran en juego procesos artísticos ligados al dibujo y la pintura (dibuja sobre las propias fotografías), al collage (recorta las imágenes y vuelve a montar) o la escultura (juega con el papel sobre el que monta la nueva obra, sacando partido de las luces y sombras que sobre ella se proyectan). 

GERMÁN GÓMEZ (Gijón, 1972). Licenciado en Bellas Artes con diploma de Estudios Avanzados y diplomado en Magisterio, Germán Gómez ha sido galardonado en los últimos años con premios de reconocido prestigio, destacando la ayuda a la producción de artes plásticas de la Comunidad de Madrid en 2009, el de Fotógrafo Revelación PhotoEspaña 2008 o el Primer Accésit del IX Premio ABC de Pintura y Fotografía. En 2008 fue becario de la Real Academia de España en Roma, representó a España en la XXIV Bienal de Alejandría en 2007 y ha participado en las Bienales de Arte Contemporáneo la ONCE.

Ha realizado numerosas exposiciones individuales en los últimos años en ciudades como Madrid, Londres, Philadelphia, Milán, Miami, Alejandría, Bogotá, etc. Asimismo, ha formado parte de diversas exposiciones colectivas en museos y salas nacionales e internacionales, entre los que destacan el 21c Museum de Kentucky, Kulturhuset de Estocolmo, National Museum of Photography de Copenhague, Kuntsi Museum Of Modern Art en Vaasa, Stenersen Museum de Oslo, los institutos Cervantes de Nueva York y de Moscú, la Real Academia de España en Roma, el Museo de Arte Moderno de San Paulo y de Bogotá, etc.

Su obra se encuentra en colecciones privadas y de instituciones como el Museo Nacional Reina Sofía, el 21c Museum de Kentucky, el Ministerio de Economía, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, el Centro de Arte Dos de Mayo de la Comunidad de Madrid, la Colección ABC, entre otras.

REFLEXIONA

¿Qué podemos descubrir sobre una persona con solo mirar su retrato?

¿Dónde se manifiesta el estilo del artista-retratista?

¿Crees que el hecho de presentar los diferentes retratos, a modo de fichas policiales, puede condicionar nuestra percepción o interpretación de sus identidades?

¿Crees que los diferentes retratos fotográficos ofrecen pistas sobre la profesión o estilo de vida de los retratados? ¿O la ofrecerán más del propio autor?

Si no te lo hubiéramos contado ¿habrías podido imaginar que los tatuajes eran dibujos y que fueron preparados para la creación del propio retrato fotográfico? Una fotografía ¿es menos “real” si conlleva un proceso de preparación previa?

¿Serías capaz de crear un álbum fotográfico personal que revelara tu propia identidad?

Una vez hayas visitado la exposición ¿te parece que el artista nos plantea la reflexión entre conceptos aparentemente distantes? Reflexiones como por ejemplo entre original y copia, entre retrato y autorretrato, entre pintura y fotografía… ¿Se te ocurren más? ¿Qué pretende con ello?


Del 5 de abril al 23 de junio de 2019

Vestíbulo del Auditorio

De miércoles a domingo de 11:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00.

Más información en la web del Centro Niemeyer


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