Este fin de semana pasado hemos tenido la suerte de contar con varios artículos en la prensa asturiana referidos a nuestra reciente publicación «Amorina motosierra» de Daniel García Granda y Andreu Llinàs Duran.
Nuestros hijos tienen sus propios sueños
Diario La Nueva España – Domingo 24 de junio 2018
Por Miguel Gallardo
El poleso Daniel García Granda construye, en el poema infantil Amorina motosierra, una crítica a la excesiva carga de actividades extraescolares.
La contracubierta del libro que nos ocupa nos da pistas muy claras de lo que vamos a encontrar en su interior: «Hecho polvo con el ballet? ¿Harta de futbito? ¿Arrinconado por el inglés? Triste como el caballo del ajedrez? ¿Aplastada por la sombra del chelo? ¿Hasta las narices de padres snobs?…»
Cuando hablamos de explotación infantil se nos vienen a la mente imágenes de niños pobres y ojerosos cosiendo, en sótanos húmedos y oscuros, balones para el Mundial de Rusia que todo lo inunda ahora mismo, pero en este llamado primer mundo, como nos advierte el poleso Daniel García Granda en Amorina motosierra, hay otra clase de aprovechamiento económico basado en los más pequeños como son los programas de televisión que cazan talentos musicales o los que buscan futuros chefs a los que -todo sea por la audiencia- humillan previamente delante de los fogones. Y al margen de todo ese entramado de la sociedad del espectáculo existe algo que une a la mayoría de los padres y es la manía de aplastar a sus hijos con todo tipo de actividades extraescolares.
Esta obra editada por la asturiana Pintar-Pintar, que se supera con cada nueva publicación, insiste en criticar todo ese tiempo que les robamos a los niños porque lo que en el fondo queremos es despertar cada mañana a nuestro Mozart, nuestro Messi, nuestra Plisetskaya o Kasparov, es decir, nos pasamos toda su infancia obligándoles a cumplir nuestros sueños a costa de lo más importante que tienen y que probablemente no vuelvan a recuperar: tiempo para ellos mismos, para sus juegos y travesuras, para divagar, para no hacer nada, para ser niños.
Apoyados por unas ágiles y personales ilustraciones del mallorquín afincado en Panamá Andreu Llinás Duran, el poeta García Granda, uno de los mejor dotados del panorama literario en asturiano, consigue arrancarnos una sonrisa sin perder carga de profundidad y lo hace a través del entrañable personaje de Amorina, quien está harta de las clases de música, así que comienza una dura negociación con su padre: «Castígame sin tele, castígame sin wásap, y sin playa y sin patines y sin todo y sin nada. Pero, papi, por favor… ¡No me lleves otra vez a la clase de violín!» a lo que más adelante él responderá: «¡Qué me cuentas, Amorina…! ¿No quisieras ser Vivaldi y sentir cómo el violín llora solo para ti? ¿O parecerte a Malikian y despeinar la emoción con virtuosismo y pasión?» y así siguen un buen rato hasta que ella le confiesa que la única melodía que quiere oír es la de la motosierra de su abuelo cuando corta madera.
De nuevo Pintar-Pintar apuesta por hacer una doble edición, así que existe una en asturiano, mucho más fresca, y otra en castellano traducida por el propio autor, quien explica que, aunque las dos lenguas se parezcan, tuvo que hacer alguna modificación que le permitiera mantener la rima que se desarrolla durante toda la historia, un reto al que ya se enfrentó en su «Versos de Asturias». El mérito de este nuevo libro está en que conseguirá arrancar carcajadas a los niños, mientras sus padres se cuestionan la idoneidad de nuestro actual modo de vida. Y es que, como advierte: «La libertad cuesta, chicos. Pero, escuchad: Amorina motosierra os dará la solución».
Amorina motosierra Textos: Daniel García Granda / Ilustraciones: Andreu Llinàs Duran Formato: 16 x 22 cm / Encuadernación: Tapa dura ISBN: 978-84-92964-99-4 / Páginas: 72 Edita: Pintar-Pintar Editorial / Primera edición: abril de 2018 Imprime: Gráficas Summa (Asturias) PVP: 15 € Vídeo promocional / Primeras páginas / NOTA DE PRENSA.PDF TIENDA ON-LINE / VER EDICIÓN EN ASTURIANO
Motosierra contra padres esnobs
Diario El Comercio – Domingo 24 de junio 2018
Por José Cezón Domínguez
Motosierra contra padres esnobs
El escritor y profesor Daniel García Granda (Oviedo, 1972) protagoniza su segunda incursión en la literatura infantil, un género en el que se siente muy cómodo, quizás estimulado por la paternidad. Se estrenó el año pasado en la prestigiosa editorial Pintar-Pintar con «Versos d’Asturies», un poemario didáctico que contiene sonetos y haikus, odas y romances, rap y vaqueirada. La experiencia resultó exitosa -se agotó la versión en asturiano- y le propusieron repetir con algo que se saliese de lo habitual, más arriesgado, explica. Un planteamiento que encajaba con su personalidad artística y vital: «Hay que romper con lo clásico y dejar de tratar a los guajes como si fueran imbéciles mentales».
El resultado fue «Amorina motosierra», una historia ingeniosa y que dispara con posta. Trata de unos padres que obligan a la hija a acudir a clase de violín, pero la cría se les rebela porque lo que le apasiona es estar con el güelu y arrancar la motosierra. «La guaja ye muy lista y cañera», explica el autor acerca de su personaje, que se inspira en un caso real: el hijo de un amigo suyo que aborrecía «ir a chelo».
Este cuento rimado es una crítica al abuso de las actividades extraescolares, hacia los padres esnobs o los frustrados que buscan realizarse a través de su prole, una práctica tan ridícula como estéril. Daniel ha elegido un tema audaz en un género que debe conquistar primero a los progenitores, pero seguro que se ganará a aquellos adultos con sentido del humor o de la autocrítica. El texto original fue escrito en asturiano y confiesa que le costó volcarlo al castellano. Recibió la ayuda «profesional y cercana» de la traductora y editora Miriam Lozano, y considera que quedó «muy digno. En español, los padres parecen más pedantes que en asturiano; ahí sí que ganó el texto», asegura.
Pintar-Pintar se encarga siempre de buscar el ilustrador más idóneo para cada texto y le da plena libertad creativa. Para las andanzas de Amorina recurrió al mallorquín, afincado en Panamá, Andreu Llinàs Duran, deudor del cómic y que sorprende por su estilo original y rompedor. Daniel elogia también el dinamismo y su capacidad para captar la acción: «Quedó perfecto y supermoderno».
Al igual que el álbum anterior, prevé ir de gira por las escuelas. Y ya trabaja en otros dos proyectos infantiles: «Prau», «un alegato de la vida rural» con metáforas visuales, al estilo del artista conceptual Chema Madoz. Y «El rapixín», donde estira un poema del otro libro. Además, está traduciendo al inglés a más de treinta poetas asturianos, junto a Laura Marcos y unos profesores americanos. Y este autor ecléptico e impulsivo siempre tiene un hueco para seguir cultivando poemas desnudos.

Daniel García Granda firmando ejemplares en la Feria del Libro de Xixón 2018
<span id=»selection-marker-1″ class=»redactor-selection-marker» data-verified=»redactor»; id=»selection-marker-1″ class=»redactor-selection-marker»
Categorías:libros